Cortesía Transporte
Los transportistas han dejado de pagar un promedio de $50 millones a los pandilleros por extorsión, gracias a la estrategia de seguridad que mantiene en vigor el Gobierno del Presidente Nayib Bukele. A decir del sector transporte, las extorsiones se han reducido en un 95 %.
A partir de la implementación de las medidas de seguridad y de la entrada en vigor del régimen de excepción, el 27 de marzo de 2022, los salvadoreños, que antes vivían en zozobra y temor debido al asedio de los grupos terroristas, ahora respiran tranquilidad, tras haber sacado de las calles a más de 49,835 miembros de pandillas, lo que les ha permitido continuar con sus negocios. Esto fue destacado por el Presidente Nayib Bukele en su discurso por los tres años de Gobierno, el pasado 1 de junio.
“Cada día son más los salvadoreños que dejan de pagar renta a las pandillas para que sus negocios se mantengan o para que no los maten”, enfatizó el Mandatario, cuando apenas habían pasado dos meses desde que anunció estas medidas que han devuelto la tranquilidad a los salvadoreños.
Cuatro meses y medio después, el titular del Viceministerio de Transporte (VMT), Saúl Castelar enfatizó: “Estamos hablando de al menos $50 millones que el sector (transporte) ha tenido algún beneficio (al dejar de entregar a los grupos terroristas por ese ilícito), gracias al plan de seguridad, de control de las extorsiones”.
“El decir de un empresario es: ‘Nos han devuelto, prácticamente el equivalente al subsidio del año (que ronda ese monto)’. Es un dinero que ya no sale de la cuenta del empresario y que, tradicionalmente, estaba contabilizado como parte de su flujo mensual. Además, este año no ha habido pérdidas de vidas de motoristas”, afirmó Castelar.
Ayer, el sector transporte reconoció la contundencia del régimen de excepción y del Plan Control Territorial, que ejecuta el Gobierno, en la reducción de las extorsiones. Por décadas este rubro fue blanco de amenazas de pandillas para exigir la entrega de fuertes sumas de dinero para no sufrir atentados; cientos de motoristas y empresarios fueron asesinados al resistirse a pagar extorsión y muchas unidades fueron incendiadas.
Durante los gobiernos anteriores, las gremiales del transporte público pidieron parar las extorsiones de pandillas a ese sector, pero nunca fueron escuchados.