Los medios norcoreanos confirmaron que el dictador y su hija asistieron al ejercicio. Dijeron que fue un éxito, pero Corea del Sur tiene otra versión
Cortesía Infobae
Unas maniobras militares que contaron con la participación de grupos de paracaidistas se saldó a mediados de marzo en Corea del Norte con varias víctimas, según las autoridades surcoreanas, que han puesto en duda la versión edulcorada facilitada por el régimen de Kim Jong-un de dicha exhibición.
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Los medios norcoreanos confirmaron la presencia de Kim y de su hija en este ejercicio. La nota oficial se limitó a trasladar la satisfacción del dirigente por la capacidad de los paracaidistas, que “demostraron su perfecta capacidad de combate”, sin aludir a incidente alguno.
Sin embargo, fuentes del régimen de Corea del Sur han afirmado que las maniobras se produjeron en medio de fuertes rachas de viento que impidieron a los militares abrir correctamente sus paracaídas y causaron choques entre ellos, informa la agencia de noticias Yonhap.
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Pyongyang mantiene un férreo control de la información y evita dar cuenta de ningún incidente que pueda perjudicar la imagen que quiere trasladar al exterior. Seúl, en cambio, utiliza sus servicios de Inteligencia para tratar de investigar lo que ocurre en realidad al otro lado de la frontera.
Entretanto, Corea del Norte probó el martes un presunto misil balístico de alcance intermedio en aguas de su costa oriental, informó el ejército surcoreano, sumándose a una serie de demostraciones armamentísticas que han elevado las tensiones en la región.
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El Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur dijo que el misil fue lanzado desde una zona cercana a la capital norcoreana, Pyongyang, pero no confirmó de inmediato a qué distancia voló el arma. El Norte había dicho el mes pasado que probó un motor de combustible sólido para su nuevo tipo de misil hipersónico de alcance intermedio, mientras intenta ampliar su arsenal de armas dirigidas a objetivos estadounidenses remotos en el Pacífico, incluido el centro militar de Guam.
Fotografía cedida que muestra la prueba del misil Hwasongpho-16B. EFE/KCNA
Fue el primer lanzamiento conocido de Corea del Norte desde el 18 de marzo, cuando el líder norcoreano Kim Jong-un supervisó un simulacro con fuego real de sistemas de artillería diseñados para apuntar a Seúl, la capital de Corea del Sur.
La guardia costera de Japón compartió la evaluación del Ministerio de Defensa del país de que el misil ya había aterrizado, pero aún así instó a la precaución a los buques que pasen por la zona. La cadena japonesa NHK dijo que el misil probablemente no alcanzó la zona económica exclusiva del país.
Las tensiones en la península coreana han aumentado desde 2022, cuando Kim utilizó la invasión rusa de Ucrania como distracción para acelerar sus pruebas de misiles y otras armas. Estados Unidos y Corea del Sur han respondido ampliando sus entrenamientos combinados y simulacros trilaterales en los que participa Japón y afinando sus estrategias de disuasión construidas en torno a activos estratégicos estadounidenses.
Preocupa que Corea del Norte pueda aumentar aún más la presión en un año electoral en Estados Unidos y Corea del Sur.
Las armas que Corea del Norte ha probado este año incluyen un misil balístico intercontinental diseñado para apuntar al territorio continental de Estados Unidos, así como misiles de crucero y lanzacohetes múltiples “supergrandes” dirigidos a la zona de la capital, Seúl.
El último lanzamiento se produjo dos días después de que Corea del Norte reafirmara sus planes de lanzar varios satélites de reconocimiento este año, violando múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. El ejército de Corea del Sur dijo el lunes que no había indicios de que el lanzamiento de un satélite fuera inminente en la principal instalación de lanzamiento de Corea del Norte en el noroeste del país.
Kim ha descrito los satélites como cruciales para vigilar los movimientos militares de Estados Unidos y Corea del Sur y aumentar la amenaza de sus misiles con capacidad nuclear. El pasado noviembre, Corea del Norte puso en órbita por primera vez un satélite espía militar, lo que provocó la condena de Estados Unidos, Corea del Sur, Japón y otros países, que consideran el lanzamiento una tapadera para probar la tecnología de misiles de largo alcance del Norte. Corea del Norte ha argumentado que tiene derecho soberano a lanzar satélites espía.
(Con información de Europa Press y AP)