El fármaco se ha convertido en una especie de símbolo de resistencia a lo que algunos en el movimiento MAGA describen como una élite corrupta.


Por Richard Fausset
Cortesía The New York Times en Español
Joe Grinsteiner es una sociable personalidad de internet que promociona el fármaco antiparasitario ivermectina. En un reciente video de Facebook, mostró un tubo de pasta de ivermectina de uso veterinario, del tipo que se utiliza para desparasitar caballos.
Le dio un apretón al tubo. Luego lamió un poco y tragó.
“¡Rico!”, dijo Grinsteiner en el video del 25 de febrero, uno de los muchos mensajes relacionados con la ivermectina que ha publicado y que han atraído millones de vistas en Facebook este año. “En realidad, sabe a cáncer muerto”.
La ivermectina, un fármaco de eficacia probada para tratar ciertas enfermedades parasitarias, alcanzó una gran popularidad durante la pandemia gracias a las falsas afirmaciones de que servía para tratar o prevenir la covid. Ahora —a pesar del persistente mensaje de las autoridades federales de salud de que sus beneficios médicos son limitados— el interés por la ivermectina está aumentando de nuevo, sobre todo entre los conservadores estadounidenses que ven a influentes de derecha promoverla.
Los hechos sobre la ivermectina
Las recientes promesas de quienes promueven el fármaco han alarmado a los médicos.
Grinsteiner, partidario de Trump de 54 años, es un intérprete de música country de la zona rural de Míchigan. Ha dicho en sus videos que la ivermectina curó su cáncer de piel, además del cáncer de cuello uterino de su esposa. En un video del mes pasado, dijo que una mujer le había contado que su hijo autista no verbal había comenzado a hablar después de usar ivermectina. En una entrevista telefónica reciente, Grinsteiner aseguró que toma una dosis diaria de ivermectina para mantener su bienestar general.
No hay pruebas que respalden el uso de la ivermectina para tratar el cáncer o el autismo. Sin embargo, Grinsteiner cree que los sectores médicos y políticos solo quieren impedir que la gente normal descubra los poderes curativos de un medicamento relativamente asequible.



Capturas del video de Facebook en el que Joe Grinsteiner come pasta de ivermectina de uso veterinario.
“A estos tipos los mueve el dinero, definitivamente”, dijo en un video. “Y cuando digo ‘estos tipos’, me refiero a todos esos políticos de Washington que reciben dinero de las grandes farmacéuticas”.
De hecho, la ivermectina se ha convertido en una especie de gorra de MAGA farmacológica: un símbolo de resistencia a lo que algunos en el movimiento describen como una élite corrupta de políticos, científicos y expertos médicos. Aunque muchos de esos expertos temen que la desinformación sobre la ivermectina podría provocar sobredosis —o hacer que la gente rechace tratamientos probados para la covid u otras enfermedades—, los legisladores conservadores de varios estados están promoviendo leyes que permitirían la venta de ivermectina sin receta, a menudo en nombre de la libertad médica.
La semana pasada, la gobernadora de Arkansas, Sarah Huckabee Sanders, firmó una ley que permite la venta libre de ivermectina. Hay otras leyes pendientes en al menos otros seis estados: Kentucky, Virginia Occidental, Luisiana, Georgia, Alabama y Texas. En 2022, Tennessee aprobó una ley que facilita la obtención de ivermectina a través de un farmacéutico.
Robert F. Kennedy Jr., el nuevo secretario de Salud del presidente Donald Trump, ha apoyado en ocasiones anteriores la idea de que la ivermectina puede tratar la covid, pero aún no está claro si tratará de integrar este fármaco a su programa “Hagamos a Estados Unidos saludable de nuevo”. Kennedy no respondió a una solicitud de entrevista para este artículo.
No obstante, en 2021 presentó una petición a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés) para que desautorizara la vacuna de la covid, argumentando que la ivermectina era más segura.
La FDA sigue insistiendo en que no ha autorizado ni aprobado la ivermectina para tratar la covid, señalando en su sitio web que “los datos de estudios clínicos actualmente disponibles no demuestran que la ivermectina sea eficaz contra la COVID-19 en seres humanos”. Robert Califf, quien dirigió la FDA durante los gobiernos de Obama y Biden, comentó que le preocupaba que la gente prefiriera la ivermectina sobre los tratamientos probados, como la vacunación contra la covid o la quimioterapia contra el cáncer. También le preocupaban las sobredosis, dijo, sobre todo en personas que tomaban la forma veterinaria del fármaco. En dosis elevadas, la ivermectina puede ser tóxica y causar problemas en el sistema nervioso central, como visión borrosa, confusión y convulsiones. La FDA también ha advertido que las dosis elevadas pueden provocar el coma o la muerte.
Sin embargo, los medios de comunicación de derecha están llenos de anuncios del medicamento; algunos lo describen como un componente esencial de los kits de supervivencia. El sitio web Gateway Pundit hizo recientemente una publicación patrocinada por una empresa en línea que ofrece ivermectina de venta con receta con fines de “almacenamiento”, acompañada de una ilustración de una calle en un escenario postapocalíptico.
Dos figuras importantes del movimiento MAGA —el exrepresentante por Florida Matt Gaetz y Dan Bongino, subdirector del FBI— han promocionado la All Family Pharmacy, una empresa en línea que ofrece ivermectina con “una receta de nuestros médicos autorizados”.
“Olvídate de luchar contra el sistema para conseguir los tratamientos que quieres”, dijo Bongino en un episodio de su popular pódcast, uno de los últimos que hizo antes de empezar en el FBI. “Abastécete ahora, antes de que llegue la próxima crisis”.

El continuo interés por la ivermectina no sorprende a Lewis Grossman, un profesor de derecho e historiador de la American University que ha escrito mucho sobre el concepto de “elección terapéutica”. Grossman dijo que, a lo largo de la historia de Estados Unidos, varios tratamientos se han popularizado a pesar de contar con poca o ninguna aprobación por parte de los expertos médicos.
Por ejemplo, dijo, el laetrilo, un remedio no probado contra el cáncer derivado de los huesos de albaricoque, se hizo muy popular en la década de 1970; el actor Steve McQueen lo utilizó en su infructuosa lucha contra el cáncer.
En el auge de la popularidad del laetrilo, sus defensores elogiaban su bajo costo y denunciaban una “conspiración” de las grandes farmacéuticas y el gobierno contra él, mientras muchos expertos lo calificaban de charlatanería. La FDA nunca lo aprobó para tratar el cáncer ni para ningún otro uso terapéutico, dijo Grossman, quien está escribiendo un libro sobre el laetrilo titulado Seeds of Rebellion (Semillas de rebelión).
“La historia de la ivermectina encaja en una tradición muy, muy antigua en Estados Unidos de personas que se aferran a terapias no ortodoxas, en parte por su sospecha de que, por motivos de maximización de ganancias, las farmacéuticas y los médicos ocultan la verdad sobre ellas”, dijo el Sr. Grossman.
Grinsteiner comentó que estaba familiarizado con la ivermectina porque administra una pequeña granja y la utiliza en parte de su ganado. Debido a sus sospechas ante la vacuna de la covid, decidió también tomar ivermectina de forma preventiva durante la pandemia. Su mujer también lo hizo.
Ella quedó embarazada seis meses después de empezar a tomar ivermectina regularmente. Grinsteiner dijo que fueron al médico y descubrieron que el cáncer de cuello uterino que le habían diagnosticado había desaparecido. Grinsteiner también dijo que se había frotado ivermectina en una mancha cancerosa de la nariz. Añadió que la mancha desapareció y que un médico le dijo más tarde que el cáncer había desaparecido.
En enero hizo su primer video en Facebook sobre su experiencia con la ivermectina. “Era un video de, tal vez un minuto, y me fui a la cama”, dijo. “Y luego desperté y mi teléfono estaba en llamas”.
Facebook suspendió su cuenta brevemente, pero luego la restableció. En algunos de sus videos, la empresa ha añadido enlaces a una página de “contexto” del grupo de verificación de datos Science Feedback.
La página señala que la ivermectina y otro fármaco antiparasitario, el mebendazol, han mostrado “efectos anticancerígenos prometedores en estudios in vitro y con animales. Sin embargo, los estudios preclínicos no pueden predecir con fiabilidad la eficacia de un fármaco contra el cáncer en humanos, y los candidatos a fármacos que muestran eficacia en células y animales a menudo fracasan en los ensayos clínicos”.
Aun así, Grinsteiner, frustrado con Facebook, creó un sitio web independiente que menciona a menudo en sus publicaciones de Facebook. En este, Grinsteiner dice que no da consejos sobre “qué tomar y (o) cómo tomarlo”. Más bien, dijo, es un lugar para que la gente comparta información.
Hasta ahora, los visitantes del sitio han hablado de la ivermectina como un posible tratamiento de la neuropatía, la insuficiencia renal, el lupus y otras enfermedades. Grinsteiner vende una camiseta por 15,68 dólares que dice: “¡Ojalá la ivermectina funcionara con los parásitos de Washington!”.
Varios de los legisladores que están presionando para que la ivermectina sea más fácil de adquirir en sus estados dicen que quieren ayudar a los electores que ya la están tomando, algunos de los cuales utilizan ivermectina de uso veterinario porque no pueden conseguirla en una farmacia normal.
“Los electores me lo trajeron; no fue algo que se me ocurriera a mí solo”, dijo el senador estatal Alan Clark por Arkansas, el republicano que propuso la nueva ley allí.
“La mayoría va a la tienda agropecuaria” por ivermectina, dijo Clark. “Y sería mucho más seguro para ellos utilizar lo que está destinado al consumo humano”.
El profesor Grossman dijo que desde hace mucho se da por sentado que los estados no tienen autoridad, en virtud de la ley federal, para hacer que un medicamento de venta con receta esté disponible sin receta.

Muchos legisladores que pretenden facilitar el acceso a la ivermectina, como el representante estatal por Texas, Wes Virdell, dicen estar promoviendo lo que Virdell, quien es republicano, denomina “libertad médica”.
“Creo que la gente debería poder elegir la vía que quiera” para tratarse, dijo. “Aunque se equivoquen, ¿no?”.
Califf, excomisionado de la FDA, lo ve de otro modo.
“Todas las intervenciones tienen riesgos”, dijo. “Y si no tienes ningún beneficio, y tienes algún riesgo, entonces por qué diantres… Ya sabes. No hay ninguna razón racional para que alguien optara por la intervención”.
Dani Blum colaboró con reportería.
Richard Fausset, residente en Atlanta, escribe sobre el sur de Estados Unidos, centrándose en política, cultura, raza, pobreza y justicia penal.