Por Mauricio Cáceres/La Edición
Con muchos fevor religioso se vivió el inicio de la Semana Santa en los alrededores de la Iglesia el Calvario ubicada frente al Mercado Central la cual paso por muchos años escondida entre miles de ventas a sus alrededores donde la gente no podia ni caminar.
Pero la Alcaldía capitalina dirigida por su alcalde Mario Duran inicio el proceso de la recuperación del Centro Histórico de San Salvador lo cual incluye la Iglesia El Calvario, que consiste en el ordenamiento de todas las ventas que la rodeaban y asi dejando el templo libre para sus actividades religiosas y a la vez para que sea visitado por miles de turistas y salvadoreños que vienen de Estados Unidos a pasar sus vacaciones al país ya que es un estructura muy antigua.
Las calles de la capital se llenaron de muchos cristianos viviendo la religiosidad, sin temor a nada, solo con la fe en Jesús de un inico de la Semana Mayor esperando los evento que acontinuación inician en las distintas iglesias de la capital. Por su parte trabajadores de la alcaldia se encargaron de limpiar la ciudad despues de los eventos que dieron inicio desde tempranas horas con procesiones y bendiciones de parte de los padres encargados.
El Domingo de Ramos, también llamado a muchas veces sexto domingo de Cuaresma, es una celebración religiosa en la que la mayoría de las confesiones del cristianimso conmemora la entrada de Jesús a Jerusalén, dando inicio a la Semana Santa. Es una fiesta cristiana de mucha fe que inicia un domingo antes de Pascua, es decir, el sexto domingo de Cuaresma.
La fiesta conmemora la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, un evento mencionado en cada uno de los cuatro evangelios canónicos. El Domingo de Ramos marca el primer día de la Semana Santa. Para los seguidores del cristianismo de Nicea, es la última semana de la temporada solemne cristiana de Cuaresma que precede a la llegada de la Pascua.
En la mayoría de las iglesias litúrgicas, el Domingo de Ramos se celebra con la bendición y distribución de ramas de palma o las ramas de otros árboles nativos, que representan las ramas de palma que la multitud esparció frente a Cristo mientras él entraba en Jerusalén.
