Por José Luis Henríquez/Periodista La Edición

San Salvador.- Si no se planea bien el abastecimiento de granos básicos en el mercado nacional, el 2021 podría ser un año difícil para asegurar la comida de la población en gran parte del país.
Las tormentas Amanda y Cristóbal devastaron amplias zonas cultivadas con granos básicos y hortalizas dejando a más de 350 mil personas en riesgo de inseguridad alimentaria, según el Programa Mundial de Alimentos (PMA) , debido a que las fuertes precipitaciones y las inundaciones y destruyeron las cosechas futuras.
Solo en estos eventos se calcula que se perderán $22.1 millones en granos, hortalizas y frutas.
Pero, como dice la ley de Murphy: “si algo malo puede pasar, pasará” .
Y pasó: Pocas semanas después se comenzó a oír con fuerza sobre la plaga de langostas que afectaba a África, primero, y luego a Sudamérica.
Quién dio la primera campanada de alerta fue el Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA), el cual alertó sobre la llegada de esta plaga a Centroamérica.
Pues bien hoy las famosas langostas voladoras ya están en nuestro territorio, acabándose con insaciable voracidad plantaciones de granos básicos, frutas y pastizales en Metapán, Usulután, San Vicente y San Miguel, o sea prácticamente en todo el territorio nacional.
Al respecto el presidente Nayib Bukele, reconoció que estas langostas en “unos cuantos días podrían acabar con el cien por ciento de cultivos de El Salvador de maíz, frijol, caña de azúcar y frutas”.
La misma OIRSA afirma que las langostas pueden llegar a consumir hasta 100 toneladas de alimento por día.
Buen año para los agricultores no será. Desde ya la cosecha de 2021 estará comprometida y veremos a cientos de agricultores con pérdidas económicas significativas.
Y como para que las cosas sean más tristes, los agricultores nacionales se quejan de competencia desleal, por las importaciones de frijol y arroz que el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) ha realizado, con el objeto de entregar las canastas solidarias a raíz de la pandemia del Covid-19.
Por esa razón, la Asociación Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (Campo), pidió a la Asamblea Legislativa que declare improcedente la solicitud de importación de frijol rojo y arroz oro, porque esta disposición limitará el desarrollo de los productores nacionales.
Para los agricultores hubiera sido mejor que se comprara grano local para no perder, ya que afirman que la producción nacional era suficiente para abastecer al mercado.
Para este año CAMPO calcula una producción de granos básicos de 27.5 millones de quintales.
Y para agregarle más chile al cóctel, hace unas semanas se conoció que la plaga de la roya del café ha hecho su agosto en grandes extensiones del cultivo.
La Asociación Cafetalera de El Salvador señaló recientemente que debido a las tormentas pasadas se presagia una infestación de las plantaciones cafetaleras por lo que urgió al gobierno a que les suministre de fungicidas para paliar el problema.
No hay duda que el próximo año será complicado por lo que desde ya debe formularse una política de rescate del agro bien articulada, para asegurar la comida de la gente y compensar a los agricultores por sus pérdidas.

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