Por Andy Hirschfeld/Cortesita para Periódico La Edición


La pandemia de COVID-19 ha matado hasta la fecha a más de 2,6 millones de personas en todo el mundo, aproximadamente la población de Lituania. La crisis sanitaria es posiblemente el evento más importante del último siglo y los periodistas son una parte importante de él.

Afortunadamente, científicos de todo el mundo han desarrollado varias vacunas de gran eficacia en tiempo récord para brindar protección contra el virus.

La vacunación ya está en marcha, y los periodistas están deliberando con qué urgencia deberían presionar para recibir sus vacunas, dados los riesgos asociados de muchos tipos de coberturas periodísticas. En esa decisión deben considerarse cuestiones de ética y cuestiones laborales.

A continuación, algunos puntos para el debate.

¿Cuáles son las disposiciones en el lugar en que te encuentras?

Las leyes difieren mucho en todo el mundo. En Estados Unidos solo un puñado de estados, incluyendo Colorado y Virginia, clasifican a los periodistas como esenciales. Países como Zimbabue también les han dado prioridad, e incluso Rusia ha vacunado a periodistas de medios estatales e independientes por igual.

La vacunación no es pareja. Canadá, por ejemplo, se ha rezagado, al igual que gran parte de Europa, donde no se ha priorizado a los periodistas.

Lo cierto es que la decisión sobre vacunar a periodistas tiene que ver menos con la profesión que con su vida personal y su salud. “Buena parte del tipo de periodismo que yo hago puede hacerse por teléfono”, dice Shivani Persad, periodista freelance de Toronto. “Me preocupan más mis padres, que tienen 70 años, y mi tía, con la que también vivo y tiene 70 años”.

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¿Cuál es tu especialidad?

El periodismo es un trabajo de primera línea, esto quedó claro el año pasado. Los periodistas estaban en las calles cubriendo protestas en distintos puntos del mundo: contra el fraude electoral en Bielorrusia o por el asesinato policial de George Floyd en Estados Unidos. Han cuestionado a líderes mundiales electos, como Jair Bolsonaro o Donald Trump, que sembraron división y confusión en torno a las bases científicas del COVID-19.

Sin embargo, no todos los periodistas hacen ese tipo de coberturas. Por ejemplo, la periodista gastronómica Leah Koenig y Seth Rudetsky, presentador de ON BROADWAY de SiriusXM, han podido trabajar sin mayores problemas de manera remota.

Qué tanto te urge recibir una vacuna puede depender de si puedes hacer su trabajo sin ponerte en riesgo. Ese es un factor clave para Thor Benson, periodista independiente de Nueva Orleans, Luisiana. “Me he ocupado intencionalmente de historias que puedo hacer desde casa”, dijo a IJNet. “No estoy vacunado, así que prefiero no exponerme”. Benson anunció recientemente que pronto recibirá la vacuna, lo que con suerte ampliará sus oportunidades de reporteo.

Otros periodistas no tienen tanto control sobre las historias que cubren y no necesariamente pueden optar por no informar o exponerse. Luna Swafan, periodista del Líbano, tuiteó en enero: “Entonces, si voy a cubrir nueve historias en hospitales o me encargan hacerlo… ¿sigo sin ser una prioridad? ¿Por qué los periodistas solo son apreciados cuando conviene?”

Muchos periodistas pueden producir el mismo calibre de reportajes por teléfono o en una llamada de Zoom, como lo harían en una rueda de prensa o una sala de redacción. Sin embargo, ese no es el caso de Brittany Kriegstein, del New York Daily News. “Trabajar desde casa nunca fue una opción para mí”, dijo a IJNet. “Todos los días entrevisto a varias personas en sus casas. Y muchas veces no llevan mascarillas”.

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Agregó: “Cuando estás entrevistando a alguien sobre su esposo que acaba de ser asesinado a tiros a la vuelta de la esquina, o su hijo que acaba de ser apuñalado en una pelea callejera, es difícil. Cuando intentas tener acceso a una familia y hacer que se sientan cómodos y están llorando, es difícil pedirles que se pongan una mascarilla”.

Kriegstein también ha pasado el último año en conferencias de prensa sobre la evolución del COVID-19 en la ciudad de Nueva York. “Básicamente, es lo que harías si quieres contagiarte”, dijo, y señaló que fue la única de los periodistas de su equipo que no contrajo el virus.

Kriegstein recibió la vacuna hace poco. Viajó a Long Island, donde viven sus padres, con una carta de su editor en jefe que decía que era una trabajadora esencial. Ahora aboga por que sus colegas también puedan vacunarse.

Tipo de contrato

La industria de las noticias ha adoptado cada vez más por el modelo freelance. A medida que los puestos de staff se vuelven más escasos, los freelancers son los que están al frente de las noticias de última hora. Desafortunadamente, estos trabajadores rara vez están asegurados por sus empleadores.

“Los freelancers siempre tienen la menor protección y apoyo institucional, y a menudo no pueden prever qué encargos tendrán”, dice Carly Stern, freelancer de San Francisco. “Es importante considerar sus necesidades particulares, cómo acceden a los recursos y sus vulnerabilidades específicas al trabajar”.


Andy Hirschfeld escribe desde Nueva York para Al Jazeera English, Observer, OZY, Salon, CNBC y otras publicaciones. También es el presentador del programa de noticias empresariales Business Brief.

Imagen con licencia Creative Commons en Unsplash, vía Ivan Diaz.

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