En un experimento en Alemania se probaron varias configuraciones de distanciamiento y otras medidas de seguridad entre la audiencia de un concierto.Gordon Welters para The New York Times
En Italia, el gobierno ha prohibido el baile como medida para detener los contagios y las aglomeraciones en las discotecas. Pero, para muchas personas mayores en localidades de provincia, el baile de salón al aire libre —incluso con mascarillas y distanciamiento riguroso— era su única distracción. “¿Cuánto me queda de vida, ocho años más?”, se lamentó un bailarín aficionado de 72 años. “No pueden quitarme todo”.
Una Cortesía de Time/ La Edición
En Buenos Aires, Sylvia Colombo paseó por Caminito, una zona emblemática del barrio de La Boca “que le habla directamente al corazón de los argentinos”, y que sufre por la caída del turismo. Y en Perú, la semana pasada, perdieron la vida más de una decena de personas que se divertían en una fiesta clandestina al intentar huir de una redada policial.
Pero hay esfuerzos serios y concienzudos para devolvernos la alegría. En Alemania más de mil voluntarios acudieron con mascarillas y gel antibacterial fluorescente a un simulacro de concierto organizado por unos científicos que quieren entender cómo se propaga el coronavirus en eventos masivos.
Si bien es cierto que vivimos momentos de angustia, incertidumbre y estrés, Richard A. Friedman, psiquiatra, considera que más que ante una crisis generalizada de salud mental estamos frente a una gran epidemia de aburrimiento.
Tyrone Dueñas, de Carolina del Norte, dijo que el cine. Lucía, en Argentina, se preocupaba por los recitales. Desde México, Rafael anhelaba el momento de volver a los estadios:
“Miles de personas, hombro con hombro, alentando a nuestros jugadores con gritos que vienen desde el fondo de nuestro corazón, y chocando manos con el desconocido de al lado que se vuelve un entrañable socio cuando nuestros héroes en la cancha hacen una buena jugada”.
Los fans del Barcelona sin duda van a extrañar a Lionel Messi,que anunció su intención de abandonar el único club al que ha pertenecido en su vida profesional.