Tomado cortesía de Infobae/La Edición
El informe fue publicado por The Lancet. Las pruebas fueron hechas sobre 76 voluntarios menores de 60 años
La candidata a vacuna contra la COVID-19 que desarrollan científicos rusos no han provocado incidentes adversos y generan anticuerpos, según los resultados preliminares de los ensayos clínicos, detallados en un estudio difundido este viernes por la revista médica británica The Lancet.
El autor principal, Denis Logunov, del Centro Nacional de Investigación para Epidemiología y Microbiología (Rusia) comentó que “cuando las vacunas de adenovirus entran en las células de las personas, generan el código genético de la proteína spike del Sars-CoV-2”, que ocasiona que las células produzcan esta proteína. Esto ayuda, según dijo, a “enseñar al sistema inmunitario a reconocer y atacar el virus del Sars-CoV-2” aunque “para formar una respuesta inmunológica potente contra el virus, es importante proporcionar una vacuna de refuerzo”.Un especialista durante la producción de la vacuna “Gam-COVID-Vac” desarrollada por el Instituto Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología de Gamaleya (Reuters)
Los ensayos se llevaron a cabo en dos hospitales rusos con adultos de entre 18 y 60 años, que se aislaron tan pronto se registraron para participar en las pruebas clínicas y permanecieron en los centros médicos durante los primeros 28 días. Entre algunos de los hallazgos, vieron que ambas formulaciones resultaron seguras y se toleraron bien y entre los eventos adversos más comunes figuraron dolor en el lugar de la inyección (en un 58 % de participantes), hipertermia (en un 50 %), dolor de cabeza (un 42 %), astenia (un 28 %), y dolor muscular y de articulaciones (24 %).
En cuanto a los próximos pasos de la investigación, el profesor Alexander Gintsburg, del citado centro, dijo que la fase tres del ensayo clínico de la vacuna incluirá 40.000 voluntarios de diferentes grupos de edad y de riesgo y se llevará a cabo con una constante vigilancia. El epidemiólogo Naor Bar-Zeev, del Centro internacional de Acceso a Vacunas (Estados Unidos), ajeno a la investigación, alertó, por su parte, de que todos los candidatos a vacuna deben mostrar “que son seguros y probar una eficacia clínica duradera (que incluya a grupos de mayor riesgo) en ensayos grandes aleatorios antes de que puedan ser utilizados”.