Trump ha insistido en que habrá una vacuna a finales de octubre o principios de noviembre, algo que ha alarmado a científicos
Tomado Cortesía de La Opinión/La Edición/Foto Thibault Savary AFP/ Getty Images.
Por Redacción
Altos cargos de la Casa Blanca están bloqueando nuevas directrices federales sobre el lanzamiento de emergencia de una vacuna contra el coronavirus. El argumento del Gobierno es que, de aplicarse, la autorización de dicha vacuna se retrasaría más allá de las elecciones del 3 de noviembre, según publicó The New York Times.
Ante el bloqueo de la Casa Blanca, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) está buscando otras maneras de asegurar que las vacunas cumplen con los criterios.
Una de las opciones alternativas que baraja FDA es compartir los estándares con un comité de expertos externo que se reúna públicamente antes de que se apruebe cualquier vacuna para su uso de emergencia. Dicha reunión podría darse esta misma semana, de acuerdo a la publicación del diario neoyorquino.
La esperanza es que el comité supervise el cumplimiento de las directrices, a pesar de la reacción de la Casa Blanca.
Esta pelea sobre las pautas de la vacuna forma parte de una guerra entre el Gobierno y las agencias federales encargadas de hacer frente a la pandemia. Los funcionarios de la Casa Blanca han intervenido en repetidas ocasiones para moldear las decisiones y los anuncios públicos en un intento de escenificar una respuesta positiva de la Administración a la crisis sanitaria.
Este comportamiento ha provocado que cada vez más funcionarios de carrera y designados políticos involucrados en la lucha de la Administración contra el virus se muestren preocupados, tal y como apunta el Times.
El presidente Donald Trump ya ha adelantado que habrá una vacuna antes de las elecciones -dentro de 29 días- y ha insistido en una posible “sorpresa”, algo que ha generado alarma entre los científicos.