Periódico La Edición
La demanda de camas para pacientes COVID-19 en el sistema hospitalario público se ha reducido en las últimas semanas en El Salvador, llegando a uno de los puntos más bajos en dos años de pandemia.
El sistema hospitalario público tiene capacidad para un poco más de 2,000 camas hospitalarias para la atención de pacientes COVID-19, de las cuales, a esta fecha, están utilizadas 128.
“El noventa por ciento de las camas habilitadas para el COVID-19 están vacías. Recuerdo al gobierno anterior, había pacientes durmiendo en el suelo, pacientes compartiendo cama, personas durmiendo en cartones en el suelo en los hospitales y no había pandemia… y ahora con pandemia, tenemos mil ochocientas camas vacías”, expresó el Presidente Nayib Bukele.
Luego continuó: “¿Estamos dónde queremos en salud?, no; por eso vamos a construir el nuevo hospital Rosales, por eso vamos a construir el nuevo hospital de la zona Norte, por eso estamos remodelando y modernizando todas nuestras unidades de salud”.
La estrategia para el manejo sanitario de la pandemia ha sido exitosa en El Salvador, siendo este país de los pocos del mundo con las menores afectaciones causadas por COVID-19 en casi dos años.
A LA BAJA
La clave en la baja de los contagios es, sin lugar a duda, el avance que se lleva en la vacunación de la población.
El ministro de Salud, Francisco Alabi, afirmó que se lleva un 77 % de la población vacunada con, al menos, la primera dosis del biológico que los protege del virus. La inmunidad colectiva se alcanza a partir del 90 % de la población inoculada, lo cual significa, que en el país hace falta el 13 %.
El buen manejo de la pandemia que ha desarrollado el Gobierno es reconocido a escala internacional por diferentes organismos y países, de similares características a las de El Salvador, en los que han replicado algunas de las estrategias para salvaguardar la vida de la población.