Cortesía/La Edición
La triste realidad con la que los salvadoreños vivieron por décadas dentro de la vorágine criminal causada por las pandillas quedó en el pasado gracias a la efectiva estrategia de seguridad del Gobierno del Presidente Nayib Bukele y muestra de ello es que El Salvador ya no aparece en listas de naciones y ciudades más violentas del mundo.
Asi lo muestra el sitio especializado World of Statistics (Mundo de las Estadísticas) publicó la lista “Ciudades con más homicidios por cada 100.000 habitantes en 2022” y no incluye a El Salvador.
Sobresalen en dicha lista las ciudades de Zamora, Obregón, Zacatecas, Tijuana, Celaya, Uruapan, todas de México. Le siguen New Orleans, de Estados Unidos, Juárez, Acapulco, de México; Mossoro, de Brasil; Cape Town, Sudáfrica; Irapuato, Cuernavaca, de México: Durban, de Sudáfrica; Kingston, Jamaica; Baltimore, Estados Unidos; Nelson Mandela Bay, Sudáfrica; Detroit, Memphis, Cleveland, Estados Unidos; Cancún, México; Johannesburgo, Sudáfrica y Milwaukee y Philadelphia, Estados Unidos.
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Por décadas, El Salvador se mantuvo en los primeros lugares de la lista de los países más violentos del mundo. Su capital, la ciudad de San Salvador, estaba entre una de las más peligrosas. Las pandillas perpetraban cada día más de 12 homicidios diarios, manteniendo a las comunidades bajo el terror y la muerte, con la desidia –o si no, la complicidad– de los gobiernos de turno.
Esa fatal realidad cambió y en menos cuatro años de Gobierno, el Presidente Nayib Bukele debilitó con las pandillas y redujo al mínimo la delincuencia común con el Plan Control Territorial y la declaratoria constitucional del régimen de excepción, dejando en prisión a más de 72 mil pandilleros y sus colaboradores.
Esa efectividad en el control total de la delincuencia en el país se ve reflejado en los 439 días sin homicidios desde que inició la gestión del Presidente Nayib Bukele. Después de estar entre los más violentos, ahora “El Salvador es el país más seguro de América Latina”, ha dicho el Jefe de Estado.
