Por Mathias Rivera/La Edición

A partir del 24 de agosto, día que se reanudó el servicio de transporte colectivo como parte de la “reapertura económica” de golpe por resolución de la Sala de lo Constitucional, 135 motoristas han muerto de COVID-19, según informó hoy la Asociación de Motoristas de El Salvador (AMOS).

También, según los datos de esta gremial, hasta la fecha hay 475 contagiado del virus, lo que confirma que el transporte colectivo es uno de los principales puntos donde la gente puede contraer el virus, a pesar de que el Gobierno ha hecho un llamado a limitar la cantidad de personas que se transportan en los buses y microbuses.

“A muchos empresarios del transporte colectivo al final se les olvidó o dejaron de implementar las estrategias que prometieron desarrollar, incluso muchas unidades van sobrepasadas de pasajeros, por lo que ellos mismos ponen en riesgo a sus trabajadores”, dijo Rodolfo Espinoza, representante de AMOS.

El Gobierno ha hecho reiterados llamados a los transportistas a cumplir con las medidas de bioseguridad en buses y microbuses, incluyendo los protocolos para los pasajeros.

También aumentó los controles para realizar las inspecciones, por lo que se los salvadoreños deben de tomar muy en cuenta el uso de mascarilla, alcohol gel y distanciamiento al utilizar el transporte colectivo, evitando abordar unidades que vayan con exceso de la capacidad permitida por el contexto del COVID-19.

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