La Asociación Española de Pediatría ha elaborado una guía de recomendaciones para ayudar a los padres a educar a sus hijos en el uso de las tecnologías
Por María Huidobro González /Cortesía
Las pantallas entretienen, ayudan en el aprendizaje, permiten una mejor comunicación… pero un abuso de estos dispositivos electrónicos resulta perjudicial de forma especial para niños y adolescentes ya que son más vulnerables a sus riesgos al estar en desarrollo. Y es que cada vez hay más evidencias científicas de que el uso de esta tecnología de manera continuada durante la infancia es contraproducente. Así, por ejemplo, es un factor de riesgo de daño cardiaco en la edad adulta temprana, por promover el sedentarismo, como asegura un estudio reciente presentado en el último Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología. Así que si aún en casa no os habéis decidido a poner límites a las pantallas o piensas que tus hijos son demasiado pequeños para tenerlos, mira lo que dice la ciencia según la edad de los menores y prueba a establecer para todos los miembros de tu familia el Plan Digital Familiar que proponen la Asociación Española de Pediatría (AEP) y la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD).
Riesgos del abuso de pantallas
En España, el 95 % de los menores de 16 años hace uso de ordenadores y el 98 % utiliza Internet, según el Observatorio Nacional Tecnología y Sociedad (ONTSI). Además, siete de cada diez tienen móvil al que acceden normalmente desde los 11. Y de ahí pronto comienzan a meterse en las redes sociales, a pesar de que la mayoría de las plataformas indican que hay que tener 14 años para inscribirse. “Preocupa el impacto que pueda tener sobre su bienestar un uso excesivo de la tecnología digital”, señala la Asociación Española de Pediatría. Y es que no son pocos los riesgos de un abuso de pantallas, como recuerda la misma AEP.
- Impacto en la salud a todos los niveles. Pasar más de dos horas frente a pantallas afecta a la salud física (sueño, alimentación, ojos…), social(menor interacción en la vida real) y mental(mayor riesgo de síntomas depresivos).
- Dolor de espalda o lesiones, provocadas por posturas inadecuadas o uso prolongado de teclados y mandos.
- Fatiga visual: ojo seco, picazón, lagrimeo, aumento o inicio de miopía en los niños y adolescentes, además de dolor de cabeza y de espalda.
- Alimentación insana. Comer con la tele (tableta) o pendiente del móvil se asocia a una mayor ingesta calórica y mayor riesgo de una dieta poco saludable. También reduce la interacción de la familia.
- Sueño alterado. Usar las pantallas antes de dormir implica dificultad para conciliar el sueño, disminución de la sensación de sueño o reducción de la secreción de melatonina.
- Distracción. Tener la tele como ruido de fondo ya genera distracción para el aprendizaje de vocabulario, la atención y el juego.
- Atención disminuida. Tener pantallas cerca hace que estemos más pendientes de ellas.
- Acceso a contenido inadecuado. A pesar de los controles parentales, se encontrarán con situaciones e informaciones inadecuadas para su edad o no veraces.
Por su parte, la Agencia Española de Protección de Datos, en boca de su directora Mar Espada, añade que el uso inadecuado y excesivo de Internet tiene consecuencias muy graves sobre el desarrollo de la personalidad de los menores llegando a casos de adicciones, sexting o ciberbullying.
Uso de pantallas según la edad: qué dice la ciencia y recomendaciones de pediatras
Por eso, a través del Plan Digital Familiar de la AEP y que respalda la AEPD, se quiere ayudar a padres e hijos para que juntos aprendan a utilizar las pantallas de forma positiva y así disminuir los riesgos que conlleva un empleo inadecuado. “Es importante que nosotros, como padres, eduquemos a través del ejemplo, les supervisemos, estemos disponibles para ellos y establezcamos límites; en definitiva, que les ayudemos a gestionar su uso”, apunta María Salmerón, coordinadora del grupo de trabajo de Salud Digital del Comité de Promoción de la Salud de la AEP, el encargado de elaborar el documento.
Para ello, ofrecen unas recomendaciones generales para las familias como, por ejemplo, evitar el empleo de varias pantallas a la vez (multitarea digital) o su uso en el baño y dormitorios, ceder a los menores dispositivos antiguos, no tener soportes de pantalla en carritos o coches y fomentar el pensamiento crítico y la actividad física en familia.
Además, sugieren otras propuestas también basadas en recomendaciones científicas que las familias podrán adaptar a sus circunstancias particulares dependiendo de la edad de sus hijos y su situación. Una vez elegidas (y si se ve necesario consultarlas con el pediatra), se puede obtener una copia impresa de todo el plan, colocarlo en un lugar disponible para todos los miembros de la familia e ir actualizándolo según se van consiguiendo objetivos o ampliando la edad. Estas son las más destacadas:
⭐ Niños y niñas de 0 a 2 años: ¿pueden ver dibujos animados?
A estas edades, los peques aprenden por repetir e imitar a sus padres, cuidadores e iguales y todavía sus habilidades de memoria y atención son inmaduras. Por tanto, los dispositivos electrónicos “no son los más apropiados para facilitar el aprendizaje”, asegura la AEP. Y si bien hay estudios que demuestran que los mayores de 15 meses pueden aprender palabras a través de las pantallas táctiles, la asociación de pediatras también reconoce que tienen problemas para su interpretación. “Los estudios científicos en menores de 2 años son insuficientes y desconocemos si favorecen el aprendizaje”, señalan. En cambio, afirman que la ciencia sí ha demostrado los problemas derivados del uso excesivo de pantallas: la reducción de las horas de sueño, el aumento y la tendencia a la obesidad, y las dificultades socioemocionales y del lenguaje.
➡️ Recomendaciones
- Limita el uso digital a videollamadas con familiares y amigos, y solo con un fin concreto (saludar, leer un cuento corto, cantar una canción…) y nada de hacerlo en la comida o cuando vayan a dormir.
- Los dispositivos electrónicos no deben utilizarse como cuidadores. “Si los acompañamos cuando usan las pantallas, interaccionar con nosotros, repetir y explicar lo que ven o interactuar con las imágenes les ayuda a procesar la información”, explican los pediatras.
- Tampoco son chupete emocional para manejar las rabietas.
- Si usas pantallas, mira antes si el contenido es adecuado o no para tu hijo. “Los cambios de imágenes rápidos, con colores estridentes o ruidos fuertes bloquean su capacidad atencional”, indican los expertos.
⭐ Niños y niñas de 3 a 5 años: ¿pueden ir al cine?
Los pediatras recomiendan que a estas edades los pequeños ya pueden ver programas de alta calidad y educativos, pues se ha observado que “estimulan el lenguaje, fomentan el desarrollo cognitivo y la socialización y pueden ayudar a los niños a aprender actitudes contra la violencia, empatía, tolerancia y respeto”. Sin embargo, el uso de dispositivos como medio de distracción “condiciona alteraciones de conducta y aislamiento”.
➡️ Recomendaciones
- Los niños pueden ver como mucho una hora al día de programación de alta calidad y siempre acompañados de un adulto.
- Elige contenidos adecuados. ¿Cuáles? Contenidos interactivos que permitan al niño participar contestando preguntas o repitiendo. “La capacidad de atención a los 3 años es de 6 a 9 minutos y a los de 4 años de 8 a 12 minutos”, puntualiza la AEP.
- Establece normas para toda la familia. “A esta edad empiezan a entender los límites. Además, el aprendizaje más eficaz es el ejemplo de los padres a los que imitan en sus comportamientos”, señalan.
- Administra los dispositivos y su contenido. Las aplicaciones de control parental brindan la posibilidad de protegerles con contraseñas, la desactivación de anuncios, la activación del modo de búsqueda segura y el bloqueo de contenido. Puedes ayudarte con el catálogo de recursos de INCIBE (Instituto Nacional de Ciberseguridad).
⭐ Niños y niñas de 6 a 9 años: ¿pueden tener móvil?
Los escolares de Primaria pueden comenzar a usar los medios digitales de manera más productiva, dicen los expertos, quienes aconsejan una visualización conjunta interactiva y comprometida con padres y compañeros, ya que “puede ofrecer oportunidades para la construcción de relaciones y el aprendizaje”. Incluso pueden desarrollar relaciones significativas a través de videojuegos y juegos en línea. También advierten que es “una etapa crítica para la generación de ese espacio de confianza mutua que tiene que generarse para cuando se inicie el uso autónomo de las pantallas unos años más tarde”
➡️ Recomendaciones
- Los niños pueden usar pantallas menos de dos horas al día. “Deben usarse con moderación, con un propósito y en equilibrio con el tiempo dedicado a una variedad de actividades fuera de la pantalla”, puntualizan los pediatras.
- Trabaja con tus hijos para determinar los dispositivos que usan, el contenido que consumen y las personas con las que se conectan en línea.
- Háblales de los riesgos (ciberacoso, información inadecuada para la edad, pornografía, quedar con desconocidos, envío o recepción de imágenes con contenido sexual) para que sean conscientes de ellos y de sus soluciones. Puedes apoyarte en la línea de ayuda de INCIBE o usar el Canal Prioritario de la AEPD, por si dais con contenido sensible (sexual, violento…) publicado en internet que deba ser retirado.
- Ten en cuenta que el ejemplo siempre es la mejor herramienta educativa. Participar el Plan Digital Familiar contribuye a ello.
⭐ Adolescente de 10 a 18 años: ¿a qué edad puede usar redes sociales?
Según van creciendo y madurando, los adolescentes buscan una mayor autonomía de sus padres y la conexión social es necesaria para su bienestar psicosocial. Y son precisamente las pantallas y los medios digitales los que forman parte de su vida social, educación y entretenimiento. Pero no por ello hay que dejarles solos. A medida que avanzan de manera más autónoma en el mundo online, “los adolescentes necesitan oportunidades para correr riesgos con las redes de seguridad y utilizar a sus cuidadores como apoyo y orientación”, comentan desde la Asociación Española de Pediatría.
➡️ Recomendaciones
- Habla con tus hijos e hijas a menudo sobre las experiencias que están teniendo y las decisiones que están tomando en línea.
- Establece límites y, si lo crees necesario, no dudes en intervenir para ayudarles a mantenerse seguros y saludables en el mundo digital. Recuérdales los riesgos y las posibles soluciones.
- ¿Redes sociales? Los propios proveedores de redes sociales recomiendan no usarlas en menores de 14 años. Aun así, desde la AEP animan a preguntarse si nuestro hijo está preparado y si estamos dispuestos a acompañarle de forma más exhaustiva y estar presentes y disponibles.
- Como siempre, el ejemplo es lo más constructivo. Cumplir el Plan Digital Familiar y actualizarlo cuando lo consideréis forma parte de ese espejo.