Texto y Fotos por Mauricio Cáceres/Periodista Periódico La Edición

Miles de hermanos centroamericanos cada día se enfrentan a diferentes retos por cruzar territorios ajenos en busca de una mejor vida y realizar el sueño que tanto anhelan, ayudar a sus seres queridos y sacar adelante a sus hijos.

Durante el recorrido por la ruta del migrante que para muchos salvadoreños y centroamericanos comienza desde su país cruzando tierra guatemalteca y mexicana, en esa ruta muchos de ellos al iniciar sus largas caminatas desde Tenosique frontera entre Guatemala y México, sus zapatos y cosas personales que llevan con ellos no les son suficiente.

Migrantes pasan por Táctica, Emiliano Zapata, Palenque y Salto de Agua en Villahermosa en el Estado de Chiapas. Foto por Mauricio Cáceres

En zona zapatista ya en tierra mexicana ellos caminan hasta doscientos kilómetros caminando, para poder llegar a su primer albergue. El asfalto caliente derrite las suelas de sus zapatos y esto daña sus pies, y es que en ese lugar de carretera asfaltada pasan muchos vehículos, pero es prohibido que estos los lleven porque pueden ser acusados de trafico ilegal de personas según las leyes de México.

Foto por Mauricio Cáceres

Muchas veces son auxiliados por el Comité Internacional de la Cruz Roja, CICR, quienes les dan agua, curan las heridas de sus pies, les proveen de medicamentos, y les dan alimentos para que estos continúen su camino, y hasta les proveen de llamadas telefónicas satelital para que estos llamen a su familia. Ellos del CICR tampoco los pueden llevar en sus vehículos porque no les es permitido.

Es importante resaltar que las cosas que llevan los migrantes las cuidan mucho, ya que ellos llevan zapatos extra, llevan dentro de sus mochilas, agua, ropa y un cinturón para defenderse si son asaltados en el camino, aunque otros llevan cigarros y agua.

Ellos guardan con gran amor una fotografía de sus hijos, esposa o esposo, así como también se tatúan el pecho o cualquier parte de su cuerpo en donde los dibujos muchas veces son de sus familia o nombres de ellos.

Muchos lloran durante cuentan su historia y porque se van, y algunos guardan papelitos donde sus hijos les han escrito palabras de ánimos. Todo lo que llevan con ellos es importante porque cada cosa tiene un significado muy importante.

La mochila es muy útil, pues ahí guardan alimentos que reciben durante el camino, ropa, zapatos, sus documentos, y otras cosas personales. Cuando pasan por los albergues, son revisados con estricta seguridad porque muchos llevan hasta cuchillos, siempre con el pensamiento de defensa.

Un par de calzado no les aguanta en todo el camino, y cuando pasan por las casas donde se albergan solicitan zapatos para continuar su viaje. Los albergues les proveen de alimentación, atención médica, ropa, zapatos, abrigo para las bajas temperaturas y solo les permiten estar tres días para que descansen y luego tienen que irse, son las reglas, para darle la oportunidad a otros que van llegando. Otra de sus pertenencias que llevan con ello son teléfonos, banderas de su país, jabón, cepillo y pasta dental y ropa íntima.

Gracias al auspicio de la ruta del migrante del Comité Internacional de la Cruz Roja, CICR y agradecimientos a la Cruz Roja de México por sus valiosos aportes.

Así quedan los pies después del largo recorrido. Foto por Mauricio Cáceres
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