Cortesia de OIM para La Edición
San José – Casi el 60 por ciento de quienes tienen la intención de migrar han decidido posponer o cancelar sus viajes debido a la pandemia. Más del 20 por ciento de quienes ya estaban viviendo en calidad de migrantes están considerando regresar a su país de origen tan pronto como las condiciones económicas de las medidas sanitarias adoptadas por sus países se lo permitan. Cerca de la mitad de los migrantes en Centroamérica y México han perdido sus puestos de trabajo debido a la pandemia.
Estas son algunas de las conclusiones difundidas esta semana por una encuesta llevada a cabo por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), lanzada en junio para medir y comprender el impacto que la pandemia ha tenido sobre los planes de migrar.
La encuesta también ahondó en la situación socioeconómica, la salud física y mental y los factores de riesgo que los migrantes de la región deben enfrentar.
Si bien más de la mitad (51 por ciento) de todos los migrantes que participaron en la encuesta perdieron realmente sus empleos debido a la pandemia, solamente cerca de un 20 por ciento de los migrantes se encuentran trabajando actualmente – lo cual sugiere que aproximadamente un tercio de todos los migrantes de la región no logran conseguir empleo en absoluto durante sus estadías temporales.
Al mismo tiempo, cuatro de cada diez migrantes con trabajos fueron testigos de la reducción de sus horarios laborales o de sus salarios. Casi la mitad (48 por ciento) de los participantes indicaron que sus salarios y sus ingresos se redujeron debido a la COVID-19.
En referencia al acceso a la salud, virtualmente todos los migrantes declararon haber cumplido con las medidas sanitarias de prevención contra la COVID-19. Menos del 10 por ciento sospechaban que podrían, en algún momento, haber contraído la enfermedad, pero aun así tan solo un tercio de estos últimos había recurrido a los servicios sanitarios. Esta conclusión refuerza la importancia de garantizar el acceso de los migrantes a los servicios de salud.
La salud mental de los migrantes también se ha visto afectada, reveló la encuesta, puesto que más de la mitad de los participantes señalaron haber tenido que enfrentar situaciones tales como un temor generalizado de contagiarse, al aislamiento, a la incertidumbre, a las consecuencias socioeconómicas y las preocupaciones derivadas de la pandemia. Un aspecto de tal preocupación estaba relacionado con ser engañado o explotado al momento de procurar oportunidades económicas. Aun así, la mayor parte de los participantes señalaron que tal vez correrían el riesgo de aceptar un empleo en el exterior incluso sin contar con la información adecuada sobre el puesto en cuestión. Esto pone de manifiesto el alto riesgo que corren de convertirse, en cualquier momento, en víctimas de trata.
La encuesta compiló 1.660 respuestas en junio de 2020 por medio de un cuestionario en línea. Entre quienes participaron 45 por ciento eran varones, 54 por ciento mujeres y el resto se auto identificó como perteneciente al género “no binario”. La mayor parte de los participantes tenía entre 26 y 45 años de edad.
Esta actividad fue desarrollada en el marco del Programa Regional sobre Migración para Mesoamérica y el Caribe, con fondos de la Oficina de Población, Refugiados y Migración (PRM) del Departamento de Estado de los Estados Unidos.
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